El conserje es la persona que trabaja para una comunidad de vecinos, o a través de una Empresa de Servicios y tiene el domicilio fuera de la comunidad. Tiene su jornada laboral, de 8 o 12 horas, de lunes a viernes, por poner un ejemplo, y cuando finaliza su tarea laboral se va a su casa, fuera del sitio de trabajo.
Los porteros, que cada vez hay menos, por cierto, son personas que realizan las tareas en la comunidad de propietarios y pernoctan dentro del edificio solos o bien, acompañado de su familia, en una vivienda facilitada por la comunidad de vecinos.
Antiguamente había muchos porteros, pero cada día va habiendo menos. El motivo es que mantener un alquiler de un piso solo lo pueden hacer las comunidades de vecinos con alto poder adquisitivo. Ahora, las construcciones nuevas que se hacen no contemplan la vivienda del portero, porque si un piso vale 300.000 euros, pues hacer una vivienda para el portero serian otros cientos de miles más que habría que añadir al conjunto total de la construcción. Por este motivo ya no se hacen pisos para los porteros.
Prácticamente es una tradición de Madrid, porque en el resto de España, en muy pocas ciudades existen los porteros, ni han existido. Ha habido porteros en Madrid por el motivo que siempre ha sido habitual tener portero en la vivienda. Tratándose de la capital, han tenido más disponibilidad de recursos, pues siempre las comunidades de propietarios en barrios exclusivos donde vive gente con alto poder adquisitivo se podrían permitir el lujo de tener en el edificio una persona que prácticamente estaba a la disposición de los vecinos las 24 horas del día. Porque cuando terminaba su jornada laboral, si había alguna avería, o cualquier incidencia, directamente le llamaban a su casa, aunque fuera las 3 de la mañana, él tenía que despertarse e ir a solucionar el problema. Tenía sus ventajas, pero también sus inconvenientes, de que era chico para todo y estaba siempre a la disposición de los vecinos, sábados, domingos, festivos y a cualquier hora. Los porteros siempre han sido contratados por la propia comunidad. Es como en el campo, cuando hay fincas que tienen guardeses, los contrata la propia finca, para que vigile la finca y tiene el domicilio dentro de la finca.
Lo que se hace ahora, en la mayoría de los casos, cuando un portero se jubila, se suele contratar Empresa de Conserjería que facilita como servicio una persona, un conserje, un auxiliar de servicios que ya no duerme en el piso del portero. La vivienda se reforma y se vende para recaudar dinero para la comunidad, o bien se alquila. Ese dinero del alquiler mensual sirve para pagar parte de la cantidad de gastos de la comunidad de vecinos con el conserje. También sirve para evitar derramas, o incluso ahorro de la mancomunidad por si algún día pasa algo, no tener que tirar de las famosas derramas.